Intervalos que avanzan
En diciembre del 2019 decidimos, junto con Ricardo Báez, comenzar a trabajar en un segundo render de un proyecto editorial que ya nos había reunido un tiempo atrás. Esta vez, con un diálogo más fluido, coincidimos en pensar un trabajo editorial sobre fotolibros y otras publicaciones que pueda ser impreso en distintos lugares a través de instituciones que garanticen una distribución gratuita. Al poco tiempo de comenzar a trabajar, nos encontramos dentro de un calendario pandémico que alteró los tiempos (y economías) en todo lugar. Fue en este contexto adverso que, parafraseando al arquitecto norteamericano Louis l. Khan, nos dimos cuenta que “la forma nada tiene que ver con las condiciones circunstanciales”. Nos propusimos pensar la fotografía a través del concepto de interrupción, es decir “detener la continuidad de una acción”. Y pensar al libro a través del concepto de secuencia, es decir “la sucesión de planos que guardan relación (alguna) entre sí”. Fue entre las tensiones que generaron estos conceptos, que intentamos desarrollar un material que se pierde y encuentra en la forma de un intervalo que avanza. Es gracias a la generosa colaboración y paciencia de nuestros colegas Sagrario Berti (Venezuela), Mauricio Valenzuela (Chile), Javier Aizpurua (España/Venezuela), Mariela Sancari (México), Marcos Adandia (Argentina), Julio Fuks (Argentina), Camila Estella (Chile), Sabrina Mandanici (Alemania/EE.UU.), Verónica Cordeiro (Brasil/Uruguay), Jorge Panchoaga (Colombia) y León Muñoz Santini (México), que podemos ahora, casi dos años después, compartir estos cuadernillos con fragmentadas lecturas y reflexiones sobre experiencias editoriales hechas y otras, aún, por hacer. Leandro Villaro, 2021